Introducción Escuela de silencio


El silencio es un valor profundamente humano que tiene una importancia antropológica tal que no se puede prescindir de él.

El silencio además tiene una gran importancia espiritual; sin el silencio no puede haber
Vida interior, vida espiritual.
Sin embargo, hoy en día la palabra silencio es una palabra que no solo está encerrada en una sacristía sino que ya la encontramos en las bibliotecas, hospitales y laboratorios de
Ciencia y arte, etcétera.
Es decir la ciencias humanas como la filosofía, la antropología, la ciencia y arte se interesan por reflexionar y utilizar el silencio inclusive como una terapia como la psicología y la medicina moderna la utilizan.
El silencio ha sido un tema poco reflexionado, incluso en los lugares donde el silencio se vive como mística o forma de vida como los monasterios y claustros de vida religiosa y consagrada.
El misterio del silencio empieza cuando sabemos que es un espacio que no tiene límites, lo cual leda un valor mistagógico.
La mistagogica es la pedagogía que nos conduce hasta las puertas o el umbral del misterio de Dios.
El silencio tiene un papel único en el campo de la oración ya que mejor que las palabras el silencio nos acerca a la esencia de la oración que es la comunicación amorosa con Dios.
La relación del silencio con la palabra es una relación de causa y efecto de tal manera que el silencio es el Padre y matriz de las palabras auténticas.




Al perder el silencio, el hombre ha perdido las capacidades más esenciales como su propia identidad y relación profunda con los demás.
Pero sobretodo ha perdido o está perdiendo la capacidad de escuchar, de encontrar y ser encontrado, contemplar y de orar en la intimidad con Dios.
Es el silencio don de se aprende a estar a solas con uno mismo, pero sobretodo a ser lo que somos de verdad.
Éstas y otras capacidades se recuperan al recuperar el silencio que estamos perdiendo.





Contactenos: escueladesilencio@gmail.com

2 comentarios:

  1. Hola hace 32 años cuando termine una sesión de posturas de yoga, esta en lo que se llama la postura del cadáver, cuando sin saber cómo, de repente sentí un torbellino a la altura de mi cara, y después de repente me vi fotando en el techo del cuarto en el que estaba, así mismo, me vi en el suelo.creo. que de alguna forma se separo el alma del cuerpo. En medio de una profunda meditación y SILENCIO.

    ResponderEliminar
  2. Cómo me gustaría que en las iglesias hubiera letreros que digan: SILENCIO CASA DE ORACIÓN.
    Procuro llegar antes a misa para prepararme a celebrar el Misterio y quedarme después de misa a agradecer, pero qué difícil es hacerlo en medio de tanta gente que está hable y hable. Es una pena que no guarden silencio, que la gracia se les escape por la boca. Y qué falta de respeto para las personas que están orando.

    ResponderEliminar